Presentación del dossier:

Aspectos filosófico-políticos del ciberespacio

Fernando Beresñak*

Cuadernos del Sur - Filosofía 51 (2022), 7-12, E-ISSN 2362-2989

Aproximación a la temática

Para abordar la cuestión de este dossier, conviene introducir una aproximación general a las bases de las cuales emerge el ciberespacio: existen redes de comunicación globales que conectan dispositivos de la más variada índole (computadores, televisores, smartphones, electrodomésticos y muchos otros); lo hacen a través de redes —fijas, móviles o satelitales— para que los usuarios puedan servirse de la información que, bajo una específica forma de datación, se encuentra en servidores físicos; estos están localizados en distintas partes del mundo y disponibles de forma permanente para todo aquel que pueda conectarse a la red.

Dicho esto, el ciberespacio se corresponde con la vertiente virtual que aquellos datos posibilitan y que de ellos emergen adquiriendo diversas configuraciones. Es por eso que podemos definirlo, aunque sea de forma introductoria, general y amplia, como aquella dimensión que se desprende de internet y que resulta en un ámbito de entes virtuales, tales como informaciones, objetos, identidades, mundos y experiencias multifacéticas, a través de los cuales los seres humanos, mediante sus dispositivos, interactúan y comparten información entre sí y con sus entornos —físicos o virtuales—, por lo general modificando o eliminando algunas de las características o limitaciones que el mundo físico presenta, y todo esto con objetivos que se circunscriben al propio ciberespacio o con fines que lo atraviesan y exceden.

Existen múltiples vías a través de las cuales se lo puede alimentar. Quizá una de las más rudimentarias sea la mera carga de un dato simple y cualquiera en internet, ya que desde el momento en que esté digitalizado formará parte de aquel espacio. Pero también hay formas más avanzadas de creación de entes y posibilidades en ese ámbito, como, por ejemplo, a través de web 2.0, redes sociales, apps, tecnologías de tercera dimensión, realidades aumentada y virtual, hologramas, metaversos, entre otras.

En los últimos años el desarrollo del ciberespacio estuvo especialmente fomentado por los aportes que se produjeron a partir de la aparición del smartphone, apps, MOOs, mundos virtuales 3D, videojuegos multijugador y otros tipos de proyectos con características similares. Así y todo, lo cierto es que el desarrollo actual de los metaversos (como Decentraland) está potenciando el ciberespacio a otra escala de importancia, la cual, se sospecha, podría otorgarle un nuevo significado a ese “hábitat”.

De hecho, no son pocos los que aúnan sus esfuerzos para que, finalmente, este se convierta en el nuevo “hogar” para la humanidad venidera. Es cierto que cada quien se podría preguntar si acaso ya no es así en un gran porcentaje de nuestra vida cotidiana. Pero las estimaciones y los proyectos que se enuncian dentro del mundo de los especialistas tech permiten sospechar que el mundo que se viene será uno muy distinto al actual y con una serie de consecuencias sobre la humanidad que, quizá, la conviertan en irreconocible.

Los permanentes y veloces desarrollos tecnológicos hacen muy difícil la tarea de delimitar las características principales e identitarias del ciberespacio. Por ende, no sería adecuado reducir el estudio tan solo a su materialización actual, sino que también se vuelve imperioso desplegar el análisis sobre las proyecciones que se están realizando a partir de él. Así lo solicitan las ideas que sostienen los proyectos de un metaverso propio por parte de Meta (ex-Facebook) y también las apuestas tecnológicas por parte de Neuralink, OpenIA, Tesla y SpaceX, por señalar algunos pocos ejemplos de envergadura.

No cabe duda de que los pronunciamientos de estas corporaciones tech generaron una especie de carrera espacial que todavía se encuentra en ascenso. Solo que esta vez no se trata del espacio interestelar ni los Estados son sus principales protagonistas. Más bien, al menos en apariencia, esta carrera giraría en torno al espacio virtual y los competidores serían las grandes empresas tecnológicas. Mientras tanto, como parte de ese proceso, la vida cotidiana de los seres humanos continúa digitalizándose a una velocidad extrema, con todas las transformaciones y crisis que ello implica, generando una devastación subjetiva que, sin embargo, no deja de hacer lugar a las proclamas a favor del mundo tech que se viene y del ciberespacio en el cual constantemente se invita a habitar.

Como lo atestiguan los distintos artículos, este dossier entiende como fundamental atender a las tramas sociales, políticas, económicas, bélicas, psíquicas, afectivas o históricas que podrían considerarse parte integrante de las condiciones de posibilidad del ciberespacio, sean estas para su aparición, desarrollo, crisis o cualquier otro fenómeno alrededor suyo. Una adecuada contextualización de sus distintos momentos históricos requería detenerse sobre factores y explicaciones de lo más variadas. Así, entonces, se deja constancia de la amplitud de variables que fueron tomadas en consideración para abordar la temática.

A medida que la sociedad inscribe todas y cada una de sus actividades en el ciberespacio, dicho ámbito adquiere mayor relevancia sociopolítica (una pequeña aunque importantísima muestra de la cuestión podría reflejarse en que hace décadas que en las más altas esferas de las instituciones políticas se discute sobre su soberanía). Más allá del desparejo interés que hoy suscita la cuestión en la sociedad, de este dossier se puede deducir una invitación a que la filosofía y las teorías de otras disciplinas afines se perciban interpeladas por los diversos aspectos e implicancias de este fenómeno.

Abordajes, problemáticas y sus relevancias

Más allá de las historias y la materialidad del ciberespacio, en este dossier resultó fundamental tomarlo como un objeto filosófico. Por ende, si bien los textos abordan sus tramas históricas, sociales, políticas, etc., ya sea en algún aspecto específico o con un sentido amplio, todos terminan acudiendo siempre a algún tipo de reflexión filosófica.

Dadas las inacabables dificultades que sigue presentando la cuestión ciberespacial para su cabal comprensión, consideramos que parte del enriquecimiento que propician los/as autores/as es el recorte específico que hicieron sobre el objeto filosófico “ciberespacio” para su análisis. En este sentido, cada uno/a de los/as colaboradores/as ofreció su análisis y/o reflexión de una parte, un aspecto o una dimensión del problema en cuestión.

No parece haber dudas de que el ciberespacio será una parte importante de la vida cotidiana de las sociedades futuras, si no lo está siendo ya de una parte sustancial de la actual (en términos sociales, económicos, jurídicos, educativos y tantos otros). Se trata de una problemática política, entre otras razones, porque allí también están presentes —aun si no se las discute— las preguntas sobre cómo vivir y cómo alcanzar esa pretensión.

A pesar de la importancia política que la temática tiene, hasta ahora, los que más se han ocupado de ella han sido los/as informáticos/as, los/as autores/as de literatura o de productos audiovisuales de ciencia ficción y, obviamente, el mundo empresarial de las grandes corporaciones tecnológicas. El propósito de este dossier es continuar pensando el ciberespacio, pero con la filosofía y sus disciplinas afines o circundantes, ya que así entonces también ellas podrán comenzar a intervenir en estas otras inquietudes respecto del mundo por venir.

Sobre las colaboraciones al dossier

Los/as autores/as que colaboraron en este dossier tomaron algún aspecto, región o dimensión del ciberespacio que consideraron relevante para la actualidad y la trabajaron filosóficamente. Debe señalarse que fueron especialmente valorados los trabajos que tomaron en cuenta, aunque sea implícitamente, sus dimensiones espaciales y temporales, aunque también aquellos que hicieron hincapié en sus aspectos políticos, sociales, económicos, jurídicos, psíquicos, afectivos y técnicos. Como se podrá notar, se decidió que las temáticas para trabajarlo fueran amplias y los abordajes diversos, ya que, como señalamos más arriba, la complejidad y la relativa novedad del objeto de análisis así lo posibilitan.

Se optó por abordar el ciberespacio como objeto filosófico, ya sea en una parcialidad, en su totalidad o, en otros casos, atendiendo a su pasado, presente o futuro. Es decir, se pensó que sería absolutamente legítimo estudiarlo bajo formas pasadas, actuales y en funcionamiento, o proyectos y especulaciones en torno a su devenir.

Debe advertirse aquí que, a lo largo de los distintos trabajos, se encuentran múltiples referencias al ciberespacio. En algunas ocasiones, se lo deja circular en un sentido amplio, justamente dando lugar a la puesta en discusión del término, mientras que, en otros casos, se precisa en detalle su utilización. En este sentido, en el dossier también se encontrarán referencias explícitas e implícitas sobre los orígenes, etimologías, antecedentes, usos clásicos y heterodoxos, actualidad y devenires de la terminología referente al objeto en cuestión. Sobre todo, porque, tal y como lo manifiesta parte de su etimología griega, ella también contiene aspectos filosófico-políticos de suma importancia.

Quisiéramos advertir que, si bien en general los/as lectores/as se encontrarán con abordajes de tipo filosófico o filosófico-político, también se cruzarán con propuestas emparentadas a la filosofía, tales como las que surgen de las perspectivas políticas, sociales, económicas, psicológicas, literarias y cinematográficas, así como también de los videojuegos. Estos caminos tuvieron lugar a través del uso de autores/as, teorías, conceptos, corrientes o metodologías de la propia disciplina y afines.

Por último, consideramos que la novedad, vastedad y complejidad de la cuestión que nos interpela todavía no permite una clara referencia a un campo especializado, a un grupo de especialistas o a un canon de discusiones ya establecidas y avanzadas (como sí sucede con temáticas de mayor tradición). Por ende, también fueron aceptados los abordajes que, aunque introductorios, lograban abrir el horizonte de problemáticas a tratar.

De este modo, también se alentó el ánimo para enriquecer los textos con el recurso a la prudente especulación de cuño filosófico, tan necesaria en tiempos en los que pareciera imperioso, si no urgente, atreverse a pensar —casi— todo de nuevo. Aquí fueron valorados los escritos que hacen honor a aquella tradición en desuso, en un gesto de contraposición a las épocas presentes que parecen pretender reducir el mundo académico al mero comentario, al temor por la libertad de pensamiento, al hiperdisciplinamiento y a la hiperespecialización.

Para terminar, entonces, caben algunas palabras orientativas sobre los textos que se encuentran en el presente dossier. Comenzaremos señalando que los aportes de Hernán Borisonik y Marco Mallamaci constituyen un campo reflexivo ineludible para toda persona interesada en comprender la economía actual y futura desde un punto de vista filosófico-político. Recorriendo la complejísima historia del dinero, pero también dándose a la tarea de afrontar sus modos de ser para la era ciberespacial, el texto que los coautores escribieron se logra desprender del usual y ya estereotipado tratamiento de la cuestión económica en el medio digital. Se trata de un texto fundamental para pensar la actual reconfiguración del mundo económico.

Por otro lado, Gabriela Rodríguez Rial y Sabrina Morán, también bajo el modo de la coescritura, tuvieron el valor de reflexionar sobre uno de los temas más acuciantes de nuestro tiempo. Y no nos estamos refiriendo al covid-19 o al encierro que este gestó (por cierto, temáticas que también son allí trabajadas), sino al problema de la libertad en el marco de las discusiones políticas e intelectuales y al estatuto de los espacios en donde estos tienen lugar en la actualidad. En ese sentido, quienes lean el texto podrán advertir que aquella valentía de Rodríguez Rial y Morán en el momento de escribir también es acompañada de una filosa y aguda argumentación para tratar el escenario ciberespacial en donde la libertad y la palabra parecen seguir estando en juego, aunque bajo modelizaciones específicas. La discusión política contemporánea asentada en el ciberespacio encuentra uno de sus más profundos análisis en el minucioso despliegue analítico que lograron las autoras.

Rodrigo Oscar Ottonello, por su parte, nos invita a pensar el ciberespacio (y quizá también el presente y el futuro de la humanidad) desde distintos modelos de guerra, lanzamiento de misiles, conquista del espacio exterior, naves interplanetarias, salas de videojuegos y estos últimos en sí mismos. En un gesto filosófico sumamente agudo, Ottonello repone el estado bélico que silenciosamente se está construyendo y en el cual estamos viviendo, a través de una puesta en evidencia y un análisis del recurso político a la simulación que se viene desplegando en el ciberespacio. El artículo, en sí mismo, está expresado en un formato original y ameno. Pero no habrá que dejarse engañar: constituye un diagnóstico tan preciso y arduo como difícil de asimilar.

El fenómeno de la inteligencia artificial, bajo la modalidad de los companion chatbot, es la temática elegida por Paula Sofía Gulman para abordar con solvencia y profundidad el acuciante problema de la autoridad en la actual era de la totalidad tecnológica. En este texto, el/la lector/a puede creer que está frente a un análisis de un fenómeno aparentemente presente, como lo sería el problema de la soledad y la compañía en las sociedades digitales actuales; y, en parte, estaría en lo cierto. Sin embargo, la argumentación de Gulman termina haciendo que el/la lector/a se enfrente a un estudio detallado de las posibilidades de las relaciones humanas y no humanas al interior de un bosquejo de la vida futura posibilitada por el ciberespacio. La lucidez de las ideas esbozadas por la autora logra dar cuenta de la ineludible necesidad de ahondar en los intersticios de la vida cotidiana presente en la que el futuro se está construyendo tecnológicamente.

Por último, el texto de Beresñak (es decir, de mi autoría) presenta un breve recorrido por la historia experiencial del espacio para reflexionar sobre las posibilidades e imposibilidades del ciberespacio, así como sobre las transformaciones que este conlleva para la civilización. El texto profundiza el análisis a partir de los conceptos de utopía y, sobre todo, de heterotopía propuestos por Michel Foucault. El artículo, sobrio, constituye un campo de resonancia reflexiva en donde alojar la problemática del ciberespacio sin la necesidad de arrojarse a conclusiones apresuradas sobre un fenómeno que, en cierta medida, pareciera ser incipiente y, sobre todo, en constante y veloz desarrollo.

Agradeciendo la lectura de esta presentación a quienes se hayan sentido atraídos por la problemática del dossier, los/as invitamos a leer las interesantes colaboraciones de los/as autores/as, a quienes agradecemos su trabajo y compromiso en tiempos sumamente difíciles.

* CONICET – UBA, FSOC, IIGG. Correo electrónico: beresnakfernando@hotmail.com.

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