Escritos Contables y de Administración, vol. 14, n.° 1, 2023, págs. 70 a 89

issn 1853-2055 (en línea)

Develando el proceso editorial: sugerencias y estrategias para la publicación exitosa en revistas científicas

Unveiling the editorial process: suggestions and strategies for successful publication in scientific journals

Isabel Cristina Scafuto1, Fernando Ribeiro Serra2, Manuel Portugal Ferreira3

https://doi.org/10.52292/j.eca.2023.4162

Resumen

La publicación de trabajos científicos en revistas es importante para los autores por diversas razones, como la validación de los trabajos, la difusión del conocimiento generado y el desarrollo profesional. En este artículo, analizamos las etapas del proceso editorial y presentamos sugerencias para superar con éxito dicho proceso. Con estos propósitos en mente, organizamos este documento en tres partes. Primero, a partir del proceso científico, describimos brevemente la estructura de un artículo científico. Segundo, presentamos un breve esquema de actividades y precauciones a seguir mientras se planifica y se escribe el artículo. Tercero, abordamos el enfoque en la redacción o escritura como elemento esencial en la construcción de la historia del artículo. El resultado y la contribución de este documento están especialmente dirigidos a jóvenes estudiantes e investigadores, en tanto busca mejorar sus investigaciones y la calidad de sus manuscritos, de manera que puedan comunicar sus hallazgos de manera accesible y comprensible para todos.

Palabras clave: escritura académica, trabajo de investigación, revistas científicas, comunicación de la ciencia.

Abstract

The publication of scientific papers in journals is important for authors for various reasons, such as validation of the papers, dissemination of the knowledge generated, and career progression. In this article, we analyze the stages of the editorial process and put forward suggestions for successfully completing this process. With these purposes in mind, we have organized this document into three parts. First, starting from the scientific process, we briefly describe the structure of a scientific article. Second, we present a brief outline of activities and precautions to take while planning and writing the article. Third, we address the focus on writing as an essential element in the construction of the story of the article. The result and contribution of this article is especially aimed at young students and researchers, helping them to improve their research and the quality of their manuscripts, so that they can communicate their findings in a way that is accessible and understandable to all.

Keywords: academic writing, research paper, scientific journals, science communication.

JEL: Y20, Y50, A20.

1. Introducción

La publicación de trabajos científicos en revistas es importante para los autores por diversas razones, como la validación de los trabajos (Miller, 2006; Acedo et al., 2006), la difusión del conocimiento generado (Bedeian, 2004; Gondim, 2004; Miller, 2006; Elson y Brouard, 2012) y el desarrollo profesional (Armstrong, 1997). Varios autores han estudiado diferentes aspectos de la publicación científica, como las dificultades de publicación (Serra et al., 2008), las redes de coautoría (Barabási et al., 2002; Moody, 2004; Acedo et al., 2006), el aumento de la probabilidad de publicar (Moody, 2004; Sparrowe y Mayer, 2011; Geletkanycz y Tepper, 2012; Zhang y Shaw, 2012), el rechazo (Gans y Shepherd, 1994; Beyer et al., 1995; Byrne, 2000), las perspectivas de revisores y editores (Singh, 2003; Swanson, 2004; Radford et al., 1999; Pinho, 2005), el productivismo (Sguissardi y Silva Jr., 2009) y la relevancia y el rigor de la producción científica (Mascarenhas et al., 2011), las tasas de aceptación (Sugimoto et al., 2013), la revisión por pares (Armstrong, 1997; Byrne, 2000; Dahdouh-Guebas et al., 2003; Miller, 2006; Blackburn y Hakel, 2006; Raelin, 2008) y el rechazo directo (Craig, 2010; Ahlstrom, 2010).

En este artículo, analizamos las etapas del proceso editorial y presentamos sugerencias para superar con éxito dicho proceso. Compartimos ideas útiles para estudiantes de maestría y doctorado y reforzamos la importancia de planificar cuidadosamente la investigación desde el principio, además de expresar la opinión de que una escritura clara es tan importante como una investigación bien fundamentada y rigurosa. Así, el resultado y contribución de este documento están especialmente dirigidos a jóvenes estudiantes e investigadores, ya que busca mejorar sus investigaciones y la calidad de sus manuscritos, de manera que puedan publicar en revistas con impacto (Ragins, 2012; Reuber, 2010; Bedeian, 2003; Levy y Grewal, 2007; Ferreira, 2013). Además, buscamos desmitificar el proceso editorial, considerando las críticas a la academia dominada por el productivismo (Barnett et al., 1988; Frey, 2003; Rutledge y Karim, 2009; Sguissardi y Silva Jr., 2009) y la presión sobre los investigadores para publicar más y en revistas con impacto. El artículo también enfatiza la importancia de la planificación inicial de la investigación, la escritura clara y la comunicación eficiente del conocimiento científico.

Escribir para publicar no es fácil, requiere dominio del conocimiento y capacidad de comunicación clara (Green y Johnson, 2006; Pollock y Bono, 2013). La calidad de la redacción es especialmente importante en las ciencias sociales, y el progreso del artículo se produce a través de pequeños avances diarios e interacciones del autor con el texto (Grant y Pollock, 2011). Por lo tanto, es esencial abordar el proceso de escritura de manera disciplinada y organizada, garantizando la coherencia y solidez del trabajo, para que sus investigaciones sean aceptadas en revistas de alto impacto y, en última instancia, contribuir al avance del conocimiento en sus respectivos campos.

Con estos propósitos en mente, organizamos este documento en tres partes. Primero, a partir del proceso científico, describimos brevemente la estructura de un artículo científico. Segundo, presentamos un breve esquema de actividades y precauciones a seguir mientras se planifica y se escribe el artículo. Tercero, abordamos el enfoque en la redacción o escritura como elemento esencial en la construcción de la historia del artículo.

2. La estructura del artículo

El proceso científico es bastante claro para nosotros, investigadores más experimentados, pero puede ser mucho más opaco para estudiantes de doctorado y jóvenes doctores investigadores. En esencia, el proceso científico puede ser representado de la siguiente manera. El proceso comienza con un problema o pregunta, es decir, debe tener un objetivo que busca alcanzar, a menudo dividiendo la pregunta principal en subpreguntas más “manejables” (que son las hipótesis), siguiendo un plan de procedimientos metodológicos que involucran la concepción de un instrumento y la recolección de datos y el análisis e interpretación de los datos para responder a la pregunta de investigación inicialmente formulada.

Cada una de las partes del proceso científico alimenta una de las partes del artículo: introducción, revisión de la literatura, hipótesis, método, resultados, discusión y conclusiones. A continuación, expondremos brevemente en qué consiste cada una de estas partes del artículo. Sin embargo, un artículo comienza con un título, resumen y palabras clave, que analizaremos primero.

La primera página contiene el título del artículo, los nombres de los autores y sus afiliaciones y datos de contacto. Verifiquen si los datos están correctos. Un correo electrónico incorrecto puede retrasar todo el proceso y hacer que las cartas de respuesta se pierdan en el ciberespacio.

La importancia del título va más allá de la mera atracción. Un título debe ser informativo del contenido del artículo y es la primera señal de cuál es el tema y la historia del artículo. El título tiene un impacto fundamental en la fase de evaluación por revisores, ya que al leer el título, el revisor formula un conjunto de expectativas sobre el contenido del artículo que deben ser satisfechas. Los títulos demasiado amplios no transmiten bien el contenido. A través del título, se tiene la primera oportunidad de captar la atención de un posible lector. Del mismo modo, un título interesante posiblemente será más fácil de recordar y, eventualmente, citado en el futuro. Por lo tanto, si desean tener un título atractivo, pueden hacerlo, siempre y cuando también sea informativo del contenido real del artículo.

El resumen es una de las secciones que aparecen primero en el artículo, justo después del título, y que los posibles lectores “escanean” para decidir si vale la pena leer más. Posiblemente, la mayoría de los artículos no llegan a ser leídos más allá del resumen porque el autor no logra atraer al lector. Aunque el autor tenga aproximadamente media página para escribir el resumen, es conveniente atraer al lector. Al menos en parte, esto puede implicar comenzar con una declaración interesante, como una cita, una pregunta retórica o una afirmación provocativa. Por supuesto, no es necesario hacer esto, pero hacerlo puede atraer a un mayor número de lectores.

En resumen hay cinco elementos fundamentales: (1) indicación de la relevancia o pertinencia del tema, (2) pregunta de investigación, (3) método utilizado y contexto empírico, (4) principales resultados y (5) contribución o implicación. Sin embargo, aunque es relevante indicar cuál es la corriente teórica que se utiliza en el artículo, no es una buena idea utilizar referencias en un resumen, excepto en situaciones en las que se va a utilizar específicamente un trabajo como base para el suyo. Esta situación es común en críticas de trabajos anteriores o en aplicaciones principalmente empíricas de modelos y conceptos existentes, pero se debe evitar incluir referencias en todas las demás situaciones.

Las palabras clave también son importantes porque, en muchos casos, serán las palabras que los posibles lectores utilizarán en sus búsquedas en bases de datos o en motores de búsqueda. Por lo tanto, es fundamental elegir palabras clave que reflejen el contenido del artículo y que sean relevantes para el campo de investigación. Además, asegúrese de seguir las pautas de la revista sobre la cantidad y el formato de las palabras clave.

Antes de comenzar a redactar la introducción, reflexione sobre su contribución principal. ¿Qué aspecto memorable deben llevarse los lectores del artículo? La introducción, que puede constar de tres a seis párrafos, no es el lugar para adentrarse en profundidad en los desafíos de la globalización o en la emergencia de Brasil en la economía mundial. En su lugar, debe centrarse en lo que los lectores deben retener, ofreciendo información adicional sobre el artículo.

En la introducción, es fundamental situar su trabajo en el contexto de la literatura existente. Aunque no se requiere una revisión exhaustiva de la literatura, es necesario mencionar algunos trabajos clave para que los lectores puedan comprender su enfoque y el debate en el que se inserta su investigación. Además, es crucial destacar la relevancia o importancia del tema, mostrando cómo ha sido abordado en estudios anteriores y justificando la necesidad de su investigación. De esta manera, su estudio tendrá una contribución e implicaciones claras.

Por último, en la introducción se deben abordar dos aspectos esenciales: primero, indicar cuál es la pregunta de investigación, y segundo, describir cómo, desde un enfoque metodológico, el autor busca responder a dicha pregunta. Al cubrir estos aspectos clave en la introducción, el lector tendrá una comprensión clara del propósito y alcance del estudio.

La función principal de la revisión de la literatura es demostrar que el autor conoce la literatura relevante en la que sitúa su artículo. Esto implica mencionar trabajos seminales y estudios recientes para cubrir los avances actuales en el tema. La revisión debe ser enfocada y concisa, centrándose en conceptos y teorías clave en lugar de abarcar todos los posibles. Con las limitaciones de espacio en las revistas, esta sección se ha vuelto más breve y, en ocasiones, se fusiona con la sección de hipótesis.

Un error común al escribir la revisión de la literatura, especialmente entre estudiantes, es organizarla por obra en lugar de centrarse en conceptos y teorías. Para evitar esto, las referencias a la literatura deben utilizarse para proporcionar evidencia y detalles adicionales sobre los estudios en lugar de ser el enfoque principal de cada párrafo.

Es fundamental que la revisión de la literatura se base en la teoría y los conceptos, evitando convertirse en una revisión estadística o de contexto. Esto significa no centrarse en los resultados empíricos de estudios anteriores ni incluir secciones sobre el contexto, como datos económicos de economías latinoamericanas. Mantener la revisión de la literatura centrada en la teoría y los conceptos garantiza su relevancia y utilidad para el artículo.

La sección de desarrollo conceptual e hipótesis es donde el autor presenta su modelo. Por modelo, no necesariamente nos referimos a una figura, aunque puede ser útil representar las hipótesis gráficamente. En esencia, las hipótesis reflejarán la propuesta novedosa del autor en su artículo, y muchos lectores acudirán directamente a ellas para comprender rápidamente el contenido específico del artículo (Whetten, 1989).

Para construir una buena sección de hipótesis, es relevante comprender qué es y cómo se construye una teoría. El trabajo de Whetten (1989) puede ser útil, así como otros textos recomendados, como el de Sutton y Staw (1995) acerca de los métodos y datos que no constituyen teoría y sobre cómo construir teoría, el de Mitchell y James (2001), sobre la construcción de la mejor teoría, y el de Weick (1999), que presenta una crítica al escaso desarrollo teórico en muchos de los artículos publicados.

Una hipótesis es una propuesta de relación entre dos o más variables. Al construir la hipótesis, es importante recordar que no es una afirmación; es una propuesta que se probará y que debe tener al menos dos variables, estableciendo la dirección y sentido de la relación entre ellas. En esencia, esto significa que la hipótesis debe indicar cuál es la variable independiente y dependiente, y si la relación entre las variables es positiva, negativa o curvilínea (Sparrowe y Mayer, 2011).

La práctica común es presentar las hipótesis después del texto que desarrolla el argumento. Por lo tanto, cada hipótesis se derivará naturalmente de los argumentos que la preceden y nunca debe aparecer como una sorpresa o en forma de una lista de hipótesis sin la respectiva fundamentación (Sutton y Staw, 1995). Esto implica tener tres precauciones fundamentales en esta sección: (a) aclarar la posición de las hipótesis en la investigación existente, (b) crear un argumento lógico que explique las principales variables y por qué se proponen estas hipótesis, es decir, estas relaciones entre las variables, y (c) garantizar que el conjunto de hipótesis es coherente (Sparrowe y Mayer, 2011).

La sección de método resulta sencilla si se describen cuidadosamente los procedimientos de recolección de datos, la muestra, instrumentos, variables y los procedimientos de análisis de datos. No obstante, muchos artículos son rechazados debido a fallos en esta sección o porque los métodos empleados para abordar la pregunta de investigación son inadecuados o incompletos. Puede que las deficiencias metodológicas sean complicadas de corregir en una etapa avanzada del artículo.

En esta sección, es esencial incluir una descripción detallada del método empleado, de manera que el lector pueda comprender y, si lo desea, replicar el estudio. Esto implica especificar con precisión las variables y cómo se miden, describir el instrumento (por ejemplo, un cuestionario), señalar las fuentes de datos secundarios o cómo se recopilaron los datos primarios y de qué participantes. A menudo, se descuida la descripción precisa y clara de las variables (dependientes, independientes, moderadoras, mediadoras y de control). Cada explicación de cada variable debe ser completa, incluyendo su significado, cómo se mide (unidad de medida, escala, etc.), la fuente de los datos utilizados en la medición y, siempre que sea posible, citar otros artículos que hayan utilizado la misma o similar variable.

Siguiendo los tres C de Zhang y Shaw (2012), la sección de método debe ser Completa, Clara y Creíble, y se añade una cuarta C de Coherente con los análisis realizados y los resultados reportados. Por ejemplo, no es coherente mencionar datos de entrevistas o cuestionarios como elementos fundamentales y no reportarlos. Tampoco es creíble afirmar que se recopilaron otros datos que respaldan los análisis, pero que no se muestran porque se publicarán en otro artículo. El lector no duda, pero no puede confirmar. La claridad radica en explicar exactamente lo que se hizo. Por ejemplo, afirmar que “adaptamos el cuestionario...” no es suficiente. ¿Cómo se adaptó? ¿Por qué se adaptó en lugar de usar el cuestionario original? Además, la credibilidad también incluye explicar la muestra. ¿Por qué la muestra es adecuada? ¿Por qué se eligieron estos casos de estudio y no otros? ¿Cómo se ajustan para responder a la pregunta de investigación? E incluso las variables y su operacionalización deben ser explicadas adecuadamente. Una brecha habitual parece estar en la insuficiente explicación de las variables de control (Zhang y Shaw, 2012). No es suficiente decir que se incluyeron. ¿Por qué estas y no otras? ¿Cómo pueden estas variables de control cubrir explicaciones alternativas al modelo conceptual propuesto?

Es importante destacar que los requisitos se mantienen independientemente del tipo de estudio. Por ejemplo, en un estudio cualitativo con entrevistas, es importante entender cómo se seleccionaron los participantes y cómo estos son los indicados. Si hay un guion de entrevista, qué preguntas se hicieron. Cómo se analizaron los datos. Si se trata de un estudio de caso, es especialmente importante entender las características del caso y cómo se seleccionó en relación con la pregunta de investigación.

Una forma de organizar esta sección es crear subtítulos para dividir las descripciones. En este caso, podemos considerar una subsección para (a) procedimientos de recolección de datos, (b) muestra, (c) variables, (d) técnicas de análisis de datos y otras que sean necesarias en función de las especificidades del estudio.

La sección de resultados suele ser sencilla de elaborar si todo lo demás está bien diseñado y ejecutado. El objetivo principal es mostrar de manera efectiva los resultados de las pruebas estadísticas derivadas de los datos recopilados, siendo objetivo y explícito en el texto, sin desviarse hacia análisis paralelos o fuera del enfoque requerido por la pregunta de investigación y las hipótesis.

En estudios empíricos, es común comenzar presentando una tabla de correlaciones y estadísticas descriptivas, como media, máximo, mínimo y desviación estándar, que ayudan a construir credibilidad y presentan los datos a revisores y lectores. La presentación de los resultados restantes debe ser precisa, incluyendo tablas de regresión que aclaren el tamaño de la muestra, las variables, los coeficientes y las significancias. Es fundamental escribir en el texto si las hipótesis se confirman o no, enunciando todas las hipótesis, confirmadas o no, en esta sección.

Cada vez más, los revisores solicitan pruebas estadísticas de sensibilidad, también conocidas como pruebas de robustez. Por ello, es importante considerar esta necesidad desde la fase de planificación, de modo que cuando llegue a la fase de recolección de datos, ya incorpore la necesidad de realizar análisis adicionales de robustez.

Para una discusión efectiva, es importante que el autor integre los resultados con la teoría y las hipótesis del estudio. Esto ayudará a aclarar cómo los hallazgos se relacionan con la literatura existente y destacará la relevancia del trabajo. Es importante que la discusión no presente nuevos datos o pruebas estadísticas, ni introduzca nuevas teorías. Además, se deben evitar las afirmaciones vagas o las especulaciones sin evidencia es fundamental.

Las limitaciones del trabajo también deben ser discutidas en la sección de discusión, y el autor debe proporcionar sugerencias para investigaciones futuras. Es importante destacar cómo se pueden superar las limitaciones y qué estudios futuros serían relevantes para avanzar en el conocimiento en el área. En lugar de listar todas las limitaciones empíricas, es mejor centrarse en aquellas que son más relevantes y explicar por qué son importantes.

Por último, es importante recordar que la sección de discusión es una de las más importantes del artículo y debe ser escrita con cuidado. Aquí es donde el autor puede demostrar el valor de su estudio y cómo contribuye al conocimiento existente en el área. La sección debe ser escrita de manera clara y concisa, evitando jerga técnica innecesaria y manteniendo el enfoque en los principales hallazgos e implicaciones del trabajo.

Hacer un relevamiento de las fallas y las lagunas en los procesos ayudar a evitar algunos de los “problemas” comúnmente observados cuando los investigadores escriben sus artículos. Se sugiere completar el guion con algunos aspectos que ya ha identificado en sus trabajos. Mientras escribe y reescribe, vaya verificando el guion.

Antes de comenzar a escribir, ¿por qué no leer un poco sobre el propio proceso de escribir? Hay un extenso conjunto de lecturas que pueden ayudar a comunicar más eficazmente. Por ejemplo, Flaherty (2009) en The elements of story puede ser útil para entender la perspectiva de un periodista en la comunicación de una historia. Huff (1999) está específicamente dirigido a la redacción de artículos científicos en ciencias sociales, con consejos relevantes de redacción. Strunk y White (2000) se centran exactamente en el estilo de redacción y, aunque sea específico para textos en inglés, contiene pistas que serán útiles a todos los investigadores. Zinsser (2006) es un guion para escribir. Lecturas adicionales incluyen los trabajos de Hale (1999), Silva (2007), entre otros. Específicamente, para obtener orientación sobre cómo escribir artículos académicos en Administración, es recomendable leer los comentarios editoriales de Colquitt y George (2011), Bono y McNamara (2011), Grant y Pollock (2011), Sparrowe y Mayer (2011), Zhang y Shaw (2012) y Geletkanycz y Tepper (2012) en el Academy of Management Journal.

2. Planificación del artículo

Comience estableciendo la estructura básica del artículo en un archivo de Word: cree un archivo, asígnele un nombre y diseñe la portada con el título, los nombres de los autores, sus afiliaciones y direcciones. En la segunda página, incluya el título, el resumen y las palabras clave (repita esto en inglés si es necesario). A partir de la tercera página, desarrolle las secciones del manuscrito: introducción, revisión de la literatura, hipótesis, método, resultados, discusión, conclusión y referencias.

Identifique a su público objetivo: ¿quiénes son sus lectores? Si hay revistas específicas dirigidas a ese público, analice los artículos publicados en ellas. Además, decida el estilo que desea emplear en su escritura, considerando que puede variar según el enfoque de su trabajo.

Defina claramente el mensaje central que desea transmitir en su artículo. Aunque un artículo típico en Administración puede tener de 25 a 30 páginas, su idea principal debe resumirse en una o dos frases. Asegúrese de que este mensaje esté presente en todo el texto y guíe su redacción. Este mensaje central aparecerá en el resumen, la introducción y la discusión del artículo, permitiéndole expresar claramente la contribución que busca aportar con su investigación.

No subestime la importancia de compartir su trabajo con colegas. A pesar de la resistencia que algunos investigadores puedan tener, es recomendable compartir incluso versiones iniciales de su trabajo y discutir las ideas antes de comenzar la investigación. De esta manera, podrá recibir retroalimentación temprana y, tal vez, obtener sugerencias sobre nuevas direcciones para su investigación y teorías relevantes adicionales.

Mientras escribe y reescribe su artículo, preste atención a diversos aspectos, desde el formato hasta la organización y coherencia. Algunos detalles de formato pueden ahorrarle tiempo al final si se corrigen y ajustan durante la redacción. Otros aspectos requieren organización y atención para evitar problemas futuros. A continuación, se presentan algunas recomendaciones.

Mantenga la uniformidad en los espacios del texto en todo el artículo. Verifique el tipo y tamaño de letra y asegúrese de que el formato del artículo cumpla con las normas de la publicación a la que desea enviarlo. Por ejemplo, ¿las referencias bibliográficas siguen las normas indicadas? ¿El formato de títulos y subtítulos es el adecuado? ¿Las tablas y figuras son propias o están debidamente citadas? ¿Las tablas y figuras están numeradas secuencialmente, tienen un título y se mencionan en el texto? ¿Se indica claramente la unidad de medida en las tablas y figuras? ¿Se citan correctamente los fragmentos del texto? (preste atención al plagio).

Otros aspectos se relacionan más con el contenido que con el formato. Por ejemplo, ¿las tablas y figuras son realmente necesarias o simplemente repiten información del texto? ¿Es coherente su texto con los datos presentados en las tablas y figuras?

¿El texto está escrito de manera coherente y secuencial? Aunque un buen texto se construye con múltiples interacciones, sugerimos que los autores presten especial atención al flujo de las ideas y su coherencia a lo largo del artículo. Una recomendación es examinar el contenido de cada párrafo. ¿El contenido del párrafo presenta una progresión lógica a partir de la primera frase? Tenga en cuenta que la primera frase del párrafo, la frase principal, debe guiar siempre el contenido de todo el párrafo. De esta manera, puede pensar en el artículo como una secuencia de frases principales.

Como mencionamos anteriormente, los investigadores suelen dedicar más tiempo a revisar y reescribir sus artículos que a redactar la primera versión (Jonsson, 2006). Durante las revisiones, el investigador debe prestar atención a numerosos aspectos, desde incorporar nuevas referencias hasta reformular frases y cambiar palabras. A medida que el autor interactúa con su texto, va moldeando el mensaje final.

Ahora sugiero enfocarse en un aspecto específico: la coherencia del artículo en cuanto a cómo fluyen las ideas desde la introducción hasta la conclusión. Organice el texto en torno a frases clave, las frases líder, que inician cada párrafo y cuya función es brindar soporte al resto del contenido. La frase líder señala el tema del párrafo y debe ser lo suficientemente específica para que el lector comprenda el enfoque. Durante el proceso de reescritura, el autor debe preguntarse cómo se relaciona el texto con la frase líder y cómo aporta soporte. Williams y Colomb (1990) señalan que la frase líder no necesariamente debe ser la primera del párrafo, pero cuanto más tarde aparezca, más largo será el párrafo y más difícil será para el lector comprender el punto que el autor quiere expresar. A continuación, analice la secuencia de las frases líder de cada párrafo. Copie solo las frases líder y verifique si el flujo que sugieren es el deseado. Si no lo es, ajuste.

Durante la reescritura, analice también la extensión del párrafo. Aunque no existe una longitud máxima para un párrafo, a menudo a los lectores no les gusta leer párrafos demasiado largos. Lo fundamental es que la división del texto en párrafos no se haga solo por razones estéticas. Como mencioné anteriormente, un párrafo debe transmitir una idea, y el cuerpo del párrafo debe respaldar y proporcionar evidencia.

Es crucial examinar el flujo de ideas a lo largo del texto. En la práctica, esto significa que los lectores esperan una secuencia en el texto académico. Obviamente, existe la secuencia en la estructura del artículo que esperamos (comienza con título, resumen, introducción, revisión de la literatura, hasta las referencias). Sin embargo, también existe la secuencia dentro de cada sección, que se construye a partir de la secuencia de frases líder de los párrafos. Así, será mucho más fácil comprender la historia completa del artículo: una organización en secciones (títulos y subtítulos) que indican el contenido en términos generales, y dentro de estas secciones, una organización por párrafos guiados por frases líder respaldadas por argumentos y evidencia en el cuerpo del párrafo. Es durante la reescritura cuando esta secuencia y coherencia toman forma.

Al contar la historia en el artículo (Flaherty, 2009; Pollock y Bono, 2013), los títulos y subtítulos son elementos importantes. Tal como mencionamos anteriormente para el título del manuscrito, los subtítulos a lo largo del manuscrito, incluidos los de cada sección y subsección, también deben ser explícitos e ilustrativos del contenido. El enfoque clásico y más seguro es designar cada sección según su propósito. Por ejemplo, nombrar ‘Revisión de la literatura’ a la sección donde se incluye el marco teórico de soporte. Sin embargo, también deben considerarse y organizarse los subtítulos dentro de cada sección para simplificar la lectura y guiar al lector. Los subtítulos demasiado generales no son útiles y, por el contrario, pueden generar confusión. La función de los títulos es guiar al lector, pero en una fase inicial también es guiar al autor para que no pierda el enfoque en lo fundamental en relación con la pregunta de investigación.

Una historia se cuenta bien con un texto claro, directo y preciso. Lamentablemente, solemos pensar que los extranjeros que escriben en inglés tienen una ventaja en el idioma y que nuestro idioma no nos ayuda a escribir de manera clara y objetiva. De hecho, el problema no está en el idioma, sino en el escritor. Tendemos a escribir frases largas y confusas, con un uso innecesario de jerga científica pretenciosa, en razonamientos circulares y repetitivos, y con la adición de expresiones que buscan conectar frases. Además de estos problemas, tenemos dificultades con la puntuación y para asumir la autoría del trabajo. Pero las reglas (ver Strunk y White, 2000; Zinsser, 2006) son claras: eliminar cada palabra que no sea realmente necesaria, usar palabras más cortas siempre que sea posible (por ejemplo, en lugar de “utilizar” o “emplear”, podemos escribir simplemente “usar”), eliminar adverbios que ya están expresados en los verbos, corregir las frases en voz pasiva y usar la voz activa, entre otras.

Hay un conjunto adicional de pequeños “detalles” que siempre se deben tener en cuenta durante la reescritura, incluidos los siguientes:

Al fin, el artículo está completo y revisado. La ortografía y la gramática han sido verificadas. Las referencias están al día y completas. El artículo ya no tiene anotaciones del autor. Esperamos que el autor haya tenido la oportunidad de recibir retroalimentación de sus colegas en eventos formales, como conferencias, o informales. Si se siguieron los pasos anteriores, el artículo fue planificado y redactado enfocado en una revista o publicación específica. El último paso es enviarlo a la publicación elegida. Antes de hacer el envío, asegúrese de que cumple con todas las normas establecidas para los autores, que son principalmente normas de formato.

Teniendo en cuenta que el rechazo del manuscrito o la oportunidad de revisarlo son los resultados más probables (en lugar de una aceptación inmediata), es importante considerar la revisión de bibliografía específica sobre el proceso de revisión por pares y cómo enfrentarse a los revisores y la revisión del artículo (Ferreira, 2013; Miller, 2006).

3. Conclusión

A menudo, se subestima la importancia de la redacción en la investigación científica, ya que el objetivo principal del investigador es realizar la investigación en sí. Sin embargo, la redacción del artículo es una actividad complementaria crucial para compartir y diseminar el conocimiento adquirido. Un buen investigador debe ser capaz de comunicar sus descubrimientos de manera efectiva y clara para llegar a su audiencia.

Escribir no es un don innato ni una habilidad heredada; requiere práctica, esfuerzo, disciplina y perseverancia para convertirse en un buen comunicador de la investigación. La clave para escribir un texto bien redactado radica en el esfuerzo y tiempo dedicados a la reescritura y revisión. Un buen comunicador es capaz de transmitir la ciencia de manera que motive la lectura, enganche al lector y, eventualmente, cambie su percepción y entendimiento de un fenómeno.

La redacción clara y precisa es fundamental para que un artículo científico sea exitoso en el proceso editorial y la revisión por pares. La comunicación efectiva implica contar una historia siguiendo la estructura normal del proceso científico, con una redacción clara, atractiva y eficiente. Es esencial que los investigadores aprendan a convertir sus proyectos de investigación en artículos publicables y a comunicar sus hallazgos de manera accesible y comprensible para todos.

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1 Graduate Program of Business Administration, Universidade Nove de Julho. E-mail: isabelscafuto@gmail.com. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6788-3325

2 Graduate Program of Business Administration and Graduate Program of Project Management. Universidade Nove de Julho. E-mail: fernandorserra@gmail.com. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8178-7313

3 Center of Applied Research in Management and Economics, Polytechnic University of Leiria E-mail: manuel.portugal.ferreira@gmail.com. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4642-4605